Rehabilitación del Casinet en el Cabanyal

Rehabilitación del Casinet en el Cabanyal

Es un edificio de estilo modernista, símbolo de la autarquía obrera y pesquera en los inicios del siglo XX. Icono del blasquismo, pues desde sus balcones, Blasco Ibáñez, dio célebres mítines políticos.

La construcción del edificio fue finalizada en 1909 por obra de Juan Baustista Gonsálvez Navarro, autor de otro de los símbolos del modernismo del Cabanyal: la Lonja del Pescado. Desde entonces, este edificio que, originariamente, se levantó para albergar la sociedad ‘El Progreso Pescador’, forma parte de la cultura, la historia y la tradición del pueblo marinero que un día fue el Cabanyal. Fue en 1924, cuando la cooperativa se fusionó con la Unión de Pescadores para poder hacer frente a la difícil situación económica en la que se encontraban.

La intervención realizada en el edificio del Casinet ha consistido en la adaptación del conjunto de todas sus condiciones tanto a nivel estructural como de distribución y funcionamiento, ya que se ha intervenido en el edificio mejorando todos sus aspectos relacionados con la sustentación, funcionalidad, seguridad, eficiencia energética y sostenibilidad del mismo.

Se trata de un edificio protegido, que se ha intervenido con la premisa de que el uso era y es el de una sociedad musical, que comprende escuela de música, banda sinfónica, y coro.

 Con éstas premisas, se han mejorado sus condiciones de cimentación, se han sustituido los antiguos forjados por unos nuevos debido al deficiente estado de los mismos, una vez se pudieron realizar catas en ellos; se ha rehabilitado la cubierta manteniendo la original pero dotándola de condiciones térmicas e impermeables que no disponía; se han restaurado las fachadas mostrando su imagen original y recuperando antiguos carteles de principios de siglo, ocultos tras varias manos de pintura; las carpinterías exteriores, que se encontraban en mal estado, se han sustituidos por unas nuevas, iguales a las originales, pero mejorando sus condiciones acústicas y térmicas; se ha dotado al edificio de  mejoras en cuanto a las instalaciones, incorporando un ascensor y cambiando el sistema de luminarias por tecnología Led, así como un sistema de climatización eficiente y conexiones de red en todos los recintos; la nueva distribuciónde los espacios interiores se ha adaptado a las necesidades de sus ocupantes, contrastadas mediante reuniones de obra, para conseguir los mejores ratios en las aulas de ensayo y permitiendo espacios de interrelación; se han recuperado las rejerías antiguas  completadas con sistemas de anti-intrusión y sobre todo se ha dotado al edificio de unas óptimas condiciones acústicas que era el fin al que iba a ser destinado.

 La intervención se ha hecho adaptando el edificio a las funcionalidades y buscando la manera de relacionar los espacios, con la luz, y sus ocupantes . Por lo que también se ha dado mucha importancia a la gente que allí se reunía y cómo se socializan. Debía tener alma propia, variantes tonales y formas encontradas que el usuario fuera descubriendo desde que entra, notas colgadas de un pentagrama que en equilibrio consiguen sonar como un todo armónico, un contenedor que se llena de sonido.

De esta manera el edificio respira música; desde su barandillaque incorpora un juegode cinco líneas verticales colocadas aleatoriamente, hasta las luminarias colgadas del techo a distintas alturas,como notas que escapan de la partitura; un arpa que cierra el espacio superior y que te invita a sentarte, a rasgar sus cuerdas, paralelepípedoscuya cubierta no es plana, creando una ola que surfea conla cubierta original del edificioa la que se acerca,y notas de  color que refuerzanlas aulas como elementos fundamentales de toda la actuación.

El edificio se relaciona con el barrio sustituyendo las antiguas persianas opacas por grandes cristaleras transparentes que permiten ver el interior, como sucedía en sus inicios cuando se utilizaba como cooperativa, mostrando así la música que se respira dentro y favoreciendo la relación del Casinet con su entorno urbano, mejorando la presencia de una sociedad musical y un edificio que tanto ha influido en la historia de este magnífico barrio de Valencia.”

La Societat Musical Unió de Pescadors, de acuerdo con las palabras de la presidenta, “ se presenta nuevamente con el ánimo restaurado, para seguir realizando una labor social, cultural, educativa solidaria e integradora, porque no queremos limitarnos a enseñar y difundir la música, sino que queremos ser vertebradores de una sociedad plural, dónde la diversidad no sea un obstáculo que impida que cualquier persona pueda tener acceso a todo lo que desde la SMUP les podemos ofrecer”