Edificio en Plaza Lope de Vega

Edificio en Plaza Lope de Vega

El Edificio se encuentra en el Barri del Mercat de la ciudad de Valencia y se trata de una construcción con tres fachada recayentes a dos vías públicas y a la Plaza Lope de Vega, a través de la cual se accede  al local comercial. La fachada principal, en la que se encuentra la entrada a las viviendas, no mantiene paralelismo con la posterior, por lo que se trata de un inmueble de composición trapezoidal e irregular.

El edificio está compuesto por Planta Baja, en la que se ubica el local comercial, altillo, y 4 plantas superiores, cada una de las cuales está ocupada por una vivienda. Dispone de una escalera de acceso a las 4 plantas superiores, y otras dos escaleras a través de las cuales se accede de la Planta Baja al altillo, y de éste a la vivienda de planta primera.

Se ha desarrollado una propuesta de vivienda reducida que sea viable para gente jóven donde un único espacio sea el protagonista de la vivienda.

La distribución por planta se obtiene procurando el máximo aprovechamiento de la superficie construida posible. Por otro lado, los espacios de relación se orientan hacia las vistas existentes a la Plaza Lope de Vega.

La vivienda se conforma abierta con espacios únicos y particiones ligeras posibilitando su transformación.

La fachada se mantiene con su configuración actual puesto que se trata de un edificio protegido con nivel II, así como la cubierta,  realizando  una adecuación funcional de la cubierta plana  actual  con el aislamiento e impermeabilización adecuado.

Se emplean materiales de uso habitual en la zona, y técnicas constructivas tradicionales, utilizando métodos de rehabilitación en refuerzos de forjados y fachadas exteriores con las garantías de una buena ejecución.

La solución adoptada en este caso ha sido plantear una vivienda formada por un dormitorio y cocina abierta al comedor-salón, intentando plantear las zonas de relación de las viviendas a la Pza Lope de Vega que dispone de mejores vistas y orientación, dejando así las zonas más privativas, como los dormitorios, a la calle Martín Mengod, que es más tranquila.

La cubierta se convierte en una terraza pisable desde donde se aprecia la vista de toda la ciudad y la torre de la Iglesia de Santa Catalina, con su linterna gótica que juega con el lucernario diseñado sobre la escalera del edificio, recordándonos aspectos fenomenológicos en su intervención.